Puesto que todavía no quedan demasiado lejanos los carnavales, aprovecharemos para disfrutar de esta obra de Camille Saint-Saëns. Niño prodigio, que ya con 5 años compuso su primera pieza para piano, siendo un gran virtuoso de este instrumento, gran improvisador en el órgano, compositor, director de orquesta... tiene gran importancia su labor como regenerador de la música francesa, así como la faceta formativa y es que en 1861 obtuvo la cátedra de piano de la escuela Niedermeyer. También cabe señalar su papel como cofundador de la "Société Nationale de Musiqué" gracias a la cual se pudieron estrenar obras de Debussy, Fauré, Ravel, etc... Pero no nos estendamos más en la fascinante vida y obra de Saint-Saëns, para poder pasar a analizar una de sus grandes suite: El Carnaval de los Animales.
El Carnaval de los Animales fue escrita en Austria a principios de 1886 se estrenó en el mismo año el 9 de Marzo en París, coincidiendo con el martes de Carnaval. Como no podía ser de otra forma, Camile Saint-Saëns salió disfrazado al escenario (con una nariz y barba postiza). Además no permitió en vida que esta fantasía fuera interpretada (salvo la excepción comentada), ni publicada su partitura; esto fue debido a que era consciente de las diferentes parodias y bromas que en el transcurso de la obra esbozaba, en algunos casos llegaba a ridiculizar algunos compositores, en la pieza "Tortugas" parodia una obra de Offenbach sacándola de contexto, también hace lo mismo con los intérpretes de la época, en concreto con la pieza "Pianista", que además sirve para situar en su animalario particular a los pianistas y por tanto al ser humano... haciendo muchas escalas ascendentes, descendentes, progresiones, el ser humano: técnica pura!!! y a su vez el duro castigo que supone la escucha. Por citar otro de los guiños que hace en esta obra, en la pieza "Fósiles" parodia el poema sinfónico La danza macabra, compuesta por el mismo Saint-Saëns, es el Xilófono el instrumento principal, buscando la semejanza entre dicho instrumento y el sonido de chocar huesos, además en la parte B (su forma es A-B-A-C-A dónde A es la melodía extraída de La danza macabra), dirige sus críticas a los profesores de contrapunto, superponiendo un gran conjunto de canciones populares francesas. Estos son ejemplos de una obra muy creativa e imaginativa, con mucho humor y sátira entre sus notas. Paradójicamente, esta obra es la que más fama ha podido reportar a su autor, que además se ha interpretado en multitud de lugares y ocasiones desde su muerte.
A su vez se ha convertido en una obra de referencia en la divulgación musical, reune muchos elementos que ayudan a esta actividad, sobre todo para los más pequeños: piezas cortas, la referencia a los animales que a su vez son perfectamente reconocibles en las melodías (el rugido del león, las gallinas, los pájaros, el cuco...), la diversidad tanto en el timbre (y es que el autor propone para cada pieza, diferentes combinaciones sobre los 12 instrumentos que eligió para su interpretación) como en el ritmo, nos podemos encontrar piezas en 3/4 (el cisne, el cuco, personajes de largas orejas...) o en 4/4 (marcha real del león, gallinas y polluelos, pianistas...). A continuación os dejo con la interpretación de toda la obra que nos regalan dos amigos universales Bugs y Lucas, así como esta guía didáctica de Belén Otxotorena.
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