31 de marzo de 2010

En Do




In C, Terry Riley.

In C, es considerada por muchos la primera obra del género minimalista, o de música repetitiva y en 1964, cuando apareció, supuso una innovación convirtiéndose pronto en un clásico. Su autor... Terry Riley, que junto a La Monte Young fueron los desencadenantes de esta corriente musical a comienzos de los 60. Pronto siguieron sus pasos Steve Reich y Philip Glass, influenciados por éstos; es así como se crea un frente de vanguardia constituido por estos cuatro compositores, que han sido capaces de asentar este movimiento artístico dentro del mundo de la música.

Esta obra consta de una sucesión de 53 patrones melódicos, que pueden ser interpretados por cualquier tipo de instrumento e instrumentistas, aunque la sugerencia de Riley, es de 35 (vaya... otra vez el 5 y el 3 en diferente orden...), éstos patrones pueden repetirse entre 45" y 1´30", (o por más tiempo, si se desea) la duración de la obra según estas indicaciones debe situarse entre 45´o 1h y 30´. En Europa surgió un movimiento denominado minimalistas de intención, compositores que conocen el estilo y les interesa, pero que su obra en conjunto no puede ser considerada minimalista, dicho movimiento está constituido por Michael Nyman, Arvo Pärt o Wim Mertens entre los más ilustres.




Los interpretes tienen gran libertad durante la ejecución de la obra, el ritmo por ejemplo no está establecido, aunque de nuevo Terry Rilely aconseja que no sea ni demasiado lento, ni a una velocidad que por excesiva no permita tocarla cómodamente. El pulso, a corcheas, puede estar marcado por el Do alto del piano, o por un instrumento de mazo. Es importante no apresurarse y permanecer en un patrón mientras se reproducen 2 0 3 patrones por otros músicos; fundamental no quedarse muy atrás, o correr demasiado. Terrence Mitchell Riley, nació en 1935 en California, y fue también allí, en la Universidad de Berkeley dónde conoció a La Monte Young, dando lugar a una larga asociación, con propuestas muy creativas. Posteriormente colaboró con gente como Chet Baker o algo más tarde con Don Cherry aproximándose de esta forma al mundo del jazz. Durante 1970 se convirtió en discípulo del maestro de ragas y vocalista del norte de la India Pandit Pran Nath y durante 26 años actúo junto a él como intérprete de tambura, tabla o vocalista.




Cada patrón puede ser tocado al unísono o en canon con cualquier otro patrón vecino, o con el mismo. La diferente interacción entre los interpretes consigue crear diferentes polirítmias y contrapuntos, que igual que surgen se desvanecen, según evoluciona la obra; también considera Terry Riley que uno de los objetivos del grupo debe ser coincidir en un patrón, al menos en una o dos ocasiones. In C concluye cuando los interpretes van llegando al patrón 53, esperando a que el resto vaya llegando también. Una vez todos en él realizan un gran crescendo y diminuendo en un par de ocasiones y cada interprete "se va marchando conforme a sus deseos". Terry Riley también mantiene una gran asociación con David Harrington, fundador del Kronos Quartet, realizando bastantes obras para dicha formación; son una infinidad de músicos con los que ha colaborado, al igual que sus composiciones entre las que se pueden resaltar: Rainbow in curved air, The last camel in Paris, Les yeux fermes and lifespan, The music for the gift...

P.D. Se ofrece guitarrista para interpretar In C, interesados ponerse en contacto... aquí mismo!!!

6 de marzo de 2010

Juan Vásquez

Contemporáneo de Cristóbal de Morales, Francisco Guerrero, Luys de Milán o Antonio de Cabezón por citar algunos de los más célebres nombres, que acreditan el gran momento que vivió la música en España durante el renacimiento. Es a comienzos del S XVI cuándo surge la figura de Juan Vásquez, compositor pacense, vinculado a la escuela de compositores andaluza; es además en Andalucía a la que se trasladó en 1551, dónde vivió su momento de mayor esplendor y dónde falleció. Poco se sabe de su nacimiento y primeros años de vida, al igual que de su muerte. Es sencillo, especular y pensar que, tal vez, debido a una procedencia humilde motivaran su ingreso en 1511 como cantor de la catedral de Plasencia y de esta manera pudiese adquirir formación no solo de carácter musical sino integral que le condujeron no solo a ser un gran autor de su época, sino a consagrarse sacerdote.



Todo apunta a que fue un célebre autor en vida, así su obra profana compuesta fundamentealmente por madrigales o villancicos, compuestos para "las horas desocupadas" de sus mecenas, nobles de la época, eran interpretadas por los vihuelistas más ilustres, Valderrábano, Pisador o Fuenllana e incluso algunos de sus villancicos aparecieron antes publicados en libros de música tan distinguidos como "Orphénica Lyra" de Fuenllana, dónde adaptaba para voz y acompañamiento 12 de sus villancicos. Sobre su obra sacra, tan solo ha llegado hasta nosotros su "Agenda Defunctorum", oficio de difuntos realizado a la memoria de Juan Bravo de Morata y que sirve de contrapunto a su obra profana.



El tiempo parece haberle conducido a un segundo plano, ciertamente injusto, sin embargo, afortunadamente nos encontramos con músicos implicados en difundir su obra. Al igual que nos pasa con su biografía, en su obra existen muchos vacíos, que impiden hacerse una idea más acertada de todo su trabajo. Mientras salen a la luz nuevos datos que arrojen más información de este ilustre extremeño.