Malos tiempos éstos que corren... que se hacen más patentes cuando somos capaces de apreciar las pérdidas que sufrimos. En este caso hablamos de una pérdida humana, de una persona comprometida y con gran capacidad creativa: José Saramago.
Nació en Portugal, en Azinhaga un 16 de noviembre de 1922 y nos abandona en Tías, Lanzarote un triste 18 de Junio de 2010. Sus orígenes son muy humildes, de padres campesinos y posiblemente la semilla de su compromiso político y social, que se vería fortalecida por situaciones que se dieron en su vida, como el tener que abandonar el colegio por falta de recursos económicos de la familia y tener que ponerse a trabajar de muy joven, sus años como trabajador en el sector de la metalurgia o el ser censurado y perseguido durante la dictadura de Salazar en Portugal.
Miembro del Partido Comunista Portugués, aunque el aspecto más importante: su compromiso ético y crítico, independientemente de matices ideológicos. Saramago era uno de esos ciudadanos insurrectos, buscador incansable de la honestidad y que en su busqueda no escatimava esfuerzos. Es por eso, y sumado a su gran creatividad, autenticidad y estilo narrativo por lo que me cautivo y atrajo mi admiración; independientemente del reconocimiento a su obra, que obtuvo en 1998 con el premio nobel de literatura, su genialidad queda reflejada en obras como "Ensayo sobre la ceguera" (primera obra que leí de él: de repente las personas empiezan a ir perdiendo la visión... la administración tomando medidas para atajar el problema... y poco a poco nos va relatando la lucha individual por la supervivencia), "La balsa de piedra" (obra con una primera parte deslumbrante: Una grieta en los pirineos empieza a desprender a la Península Ibérica de Europa..., una reflexión sobre la identidad de éste espacio geográfico) o "Las intermitencias de la muerte" (la muerte deja de trabajar: después de la euforia, la desesperación y su visión sobre la muerte y el tiempo vivido de una manera eterna...). Se le considera un autor tardío, porque aunque su primera obra la publicase en 1947 ("Tierra de pecado"), no volvería a publicar nada hasta 1966 ("Poemas posibles") y fue a principios de los 80 con sus obras "Memorial del convento" y "El año de la muerte de Ricardo Reiss" (relato que se sumerge en la obra y vida de Fernando Pessoa) cuando consigue que su obra empiece a salir de Portugal y ser conocida a nivel internacional. No quiero aburrir más con datos, que posiblemente en estos días se tratarán por gente más capacitada que yo... y esperemos que así sea, que la obsesión y vorágine del futbol no deje en un segundo plano el reconocimiento a esta gran persona.
"Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir".
"La vida se ríe de las previsiones y pone palabras dónde imaginamos silencios".
"Que se privatice la cordillera de los Andes, que se privatice todo, que se privatice el mar y el cielo, que se privatice el agua y el aire, que se privatice la justicia y la ley, que se privatice la nube que pasa, que se privatice el sueño sobre todo si es diurno y con los ojos abiertos. Y, finalmente, para florón y remate de tanto privatizar, privatícense los Estados, entréguese de una vez por todas, la explotación a empresas privadas mediante concurso internacional. Ahí se encuentra la salvación del mundo... Y, metidos en esto, que se privatice también la puta que los parió a todos".
(Jose de Sousa Saramago)